Diseño digital
Diálogo con Cassandra Ortega
Diseñadora integral, artista digital y profesora. A través de su práctica explora medios analógicos y digitales, diseña gráficos, NFTs, libros y experiencias de usuario.
Figura A: “Amazing Axolotl”, NTF disponible en OpenSea. Cortesía Cassandra Ortega.
Figura B: Taller de arte generativo por Cassandra Ortega en la Devcon de Bogotá 2022. Cortesía Cassandra Ortega.
P: ¿De qué manera existe el diseño en lo digital?
De entrada, el diseño en lo digital tiene que ver con cosas relacionadas a productos digitales como la experiencia de usuario y la interfaz de usuario. También contempla las ilustraciones digitales, los videos y básicamente todo lo que vemos a través de la pantalla. Pero el diseño como tal va más allá, es ubicuo y permea toda la realidad. Hoy en día todo está diseñado, todo está pensado y planificado, y quizás no de la mejor manera, pero sí existe una intención de diseño detrás de todas las cosas.
Leí en X que un diseñador decía de manera sarcástica que su trabajo consistía en acomodar rectángulos en una pantalla, y si lo llevas a esa particularidad, un diseñador de interfaz sí acomoda píxeles. Pero si piensas en la generalidad, existen muchas otras cosas que se diseñan, no sólo el software, sino también el hardware y la manera en la que accedemos a él. Esto se traduce en experiencias y en otro tipo de inmersiones, y se puede volver una maraña de capas entre la vida real y la digital.
Ahora, el hecho de que todo esté diseñado no quiere decir que todo esté bien hecho. Me viene a la mente el libro de Don Norman “The Design of Everyday Things”, porque habla de que el diseño no sólo es hacer cosas bonitas, si no que literalmente todo es diseño. Y pensando de esta manera empiezas a notar que el diseño es al mismo tiempo una cosa súper sofisticada y la cosa más sencilla.
El diseño es tanto la pantalla como lo que vemos en la pantalla. El concepto de ubicuo lo leí en una novela de Philip K. Dick, en donde “Ubik” es un aerosol que parece resolver todos los problemas, pero que su naturaleza y efectos exactos son desconocidos, o se dejan a la especulación. Creo que este es un punto de partida interesante para pensar y entender muchas cosas en torno al diseño. Podemos pensarlo desde el análisis académico, pero de repente es muy complejo entenderlo a través de teorías o autores, el diseño tiene muchas aristas y muchas formas de analizarse.
P: ¿Cuáles son los retos de pensar el diseño en sus dimensiones físicas y digitales?
Creo que el reto está en que estamos tan inmersos en lo digital que le dejamos de poner atención a lo físico, pero al final ahí está esa, la realidad material. También, la forma en que las cosas están diseñadas impacta la manera en la que consumimos. Poniendo un ejemplo, queremos leer una novela y tenemos la opción de elegir un libro impreso o un Kindle. Uno de ellos es un ejemplar único, el otro un aparato que nos permite acceder a ejemplares de manera infinita. La pregunta entonces es cómo hacer algo análogo lo suficientemente atractivo para que decidamos ponerle atención, en lugar de seguir scrolleando en nuestros celulares.
La luz blanca tiene muchos efectos sobre la salud, y uno muy relevante es que nos hace liberar una cantidad impresionante de dopamina. Básicamente nos hace adictos, nos enajena y no creo que haya forma de quitarnos ese enajenamiento. Doy clases de arte digital a nivel preparatoria y he observado cómo el enajenamiento puede ir más allá de las pantallas, ahora también existen estos audífonos casi imperceptibles a los que estamos conectados todo el tiempo.
El reto está en pensar qué es lo que se quiere comunicar y cómo, y porqué tiene sentido comunicarlo a través de un medio análogo. Si es por el placer de hacerlo, creo es un argumento muy válido. Hay una ola de artistas, diseñadores y creadores que empiezan a tener un regreso a los medios análogos, sobre todo a la pintura y al dibujo a mano. Esto sucede casi en forma de resistencia ante lo digital, pero sigue siendo un nicho. Yo soy una de esas diseñadoras a la que les encanta imprimir cosas en papel y en diferentes medios, porque para mí lo impreso tiene un muy valor distinto a lo que solo existe en digital. Pero siento que esto va a pasar de moda, vamos a regresar a lo digital otra vez, y luego va a volver a surgir esa resistencia.
Me acuerdo mucho del concierto de Travis Scott en Fortnite, porque durante la pandemia parecía haber una promesa, que ahora me parece chistosa, en la que íbamos a estar completamente inmersos en lo digital, y no fue así. Hay experiencias interesantes que trae la tecnología, pero no dejamos de existir en el plano físico. Las teorías futuristas, la ciencia ficción y el transhumanismo muchas veces se olvidan de lo que nos hace humanos, aunque el futuro pueda traer autos voladores y robots, necesitamos conexión humana y empatía. Seguimos siendo los mismos y seguiremos teniendo esas mismas necesidades.
P: ¿Cómo interactúa el acto humano de diseñar con lo que hace una Inteligencia Artificial (IA)?
Voy a ser completamente abierta y transparente, porque creo que hay que entender que existen herramientas que podemos utilizar para facilitar la práctica del diseño y creo que hay un fuerte estigma en torno a ellas. Yo literal puse las preguntas que me haces en ChatGPT antes de la entrevista, y lo cuento, porque yo utilizo mucho herramientas de IA para desencadenar ideas.
De repente los discursos anti-tecnología no consideran la interacción humano-tecnología, pues existe la idea de que la tecnología nos va a reemplazar, pero más bien nos van a reemplazar las personas que sepan usar la tecnología. A mí me cuesta tener una postura radical en esta cuestión, porque veo que es completamente inevitable. Al contrario, creo que más bien tenemos que pensar cómo lo volteamos y hacemos que juegue a nuestro favor.
La IA ahí está y seguirá estando, la disyuntiva es entonces si la vamos a usar o no. Y eso reduce a un tema ético, porque sin duda hay un hueco en la regulación. Yo sí creo que hay que usar la IA, pero tenemos que pensar en los límites. Muchos ilustradores han desarrollado su propio estilo por décadas, y de repente llega una AI que se alimenta de su arte y es capaz de crear algo en un segundo. Creo que es muy importante estudiar historia del arte, del cine y del diseño, entender los referentes y lo que ha existido, para después poder utilizar las herramientas como un apoyo.
En Web3, este mundo cripto, hay varios artistas que utilizan promtps para crear imágenes. Ese un tema bien interesante porque un prompt lo tienes que saber diseñar, y ahí está la creatividad más allá de una herramienta como Midjourney que genera una imagen a partir de un texto. Pero a mi parecer, más allá de la obra o resultado final, hay un proceso, y creo que el proceso es bien importante. Por ejemplo, pintar al óleo es mucho más enriquecedor como proceso, que escribir un prompt en una pantalla. El que crear algo tome tiempo, el que haya que iterar y enfrentar un bloqueo creativo, comer helado y regresar al lienzo es un proceso interno muy profundo en el que entras a un estado de entenderte y entender a los demás. Quizás estoy romantizando un poco, pero hay una cosa muy enriquecedora en el simple hecho de vivir el proceso creativo y mejorar una técnica, lo cual va mucho más allá de crear cosas para la inmediatez. Siento que este proceso es lo que nos diferencia de las IAs.